A raíz de un episodio de aparente corrupción en el fútbol colombiano donde un equipo de la segunda división del país se “detuvo” en una acción de juego para dejar que el contario anotara un gol, muchas personas y usuarios de redes sociales han manifestado su inconformismo con la institución deportiva involucrada, pero también un inconformismo hacia las casas de apuestas legales en Colombia.
En otras ocasiones, cuando no existían las casas de apuestas deportivas legales en el país, se hablaba del «señor del maletín» y de apuestas ilegales. De lo anterior, cabe aclarar, la mayoría de casos nunca existieron o no se aportaron pruebas y, por lo tanto, nunca hubo investigación profunda, quedando todo en anecdotarios y secretos oscuros del fútbol.
Ahora bien, ¿es posible que una casa de apuesta legal tuerza resultados para beneficio propio? La respuesta es simple, pero a la vez compleja… Sí lo puede hacer, pero no es fácil hacerlo.
Las casas de apuestas legales en el país son vigiladas por instituciones del estado quienes están al tanto de todos los ingresos, gastos y premios que reporte la casa en cuestión. Las casas de apuestas ganan dinero partir de un complejo modelo matemático y estadístico que se mezcla con la oferta y la demanda.
A partir de la oferta y la demanda se crean bolsas donde son las masas de apostadores quienes realmente mueven los precios o cuotas deportivas. Una casa de apuestas difícilmente pierde dinero a través del tiempo dado que sus ganancias, aunque parezcan cosas del azar, realmente están parametrizadas.
En otras palabras, el negocio da; y mucho. ¿Por qué una casa de apuesta legal se metería en semejante lío por unos pesos de más?
A todas luces no resulta muy redituable para un bróker de apuesta legal amañar un partido donde todo puede ser muy evidente y de difícil control humano y legal.
Ahora, ¿y si es el jugador o los jugadores quienes planean dejarse hacer un gol porque apostaron en una casa de apuesta? Pues, la respuesta es: Lo pueden hacer, pero también es complejo.
Un jugador podría apostar para perder, aunque sería muy difícil para una sola persona cambiar el rumbo de un encuentro a no ser que realice un acto demasiado evidente dentro de la cancha. Si es un acuerdo entre varios, la cosa podría cambiar, pero secreto de muchos, secreto de todos.
En Europa y Asia se ha especulado, sin pruebas valga aclarar, que muchos deportistas activos de salarios medios y bajos realizan apuestas por Internet a favor de otros equipos o a favor de sí mismos.
Actualmente, en el caso de instituciones asociadas a la FIFA, les está prohibido a deportistas, entrenadores y personas vinculadas directamente en una competición, realizar apuestas en el fútbol; esto según el Código de Ética en su artículo 26.
En otras actividades deportivas, pocas son las que no tienen esta restricción, es decir, en algunos pocos deportes están permitidas las apuestas de los participantes directos del evento.
Todo puede pasar en el mundo del fútbol y las apuestas, pero es poco probable que las casas de apuestas legales realicen tramas de corrupción cuando el riesgo es demasiado elevado. Si hay algo que las casas de apuestas saben hacer, es tener un control estricto en la gestión del riesgo.
En el caso de los jugadores, habría que mirar el tema con lupa para determinar si realmente es factible ejecutar una trama y no quedar en evidencia.
Por lo pronto, no hay evidencia alguna de deportistas colombianos realizando apuestas para beneficio propio. Si hay algo que caracteriza a la mayoría de deportistas colombianos es por ser leales a sus oficios.
En todo caso, en Europa y Asia las casas de apuestas legales existen incluso desde 1920 y la mayoría de jugadores se han dedicado a jugar y cobrar sus salarios. Seguramente el tema pasará por un tema cultural y de adaptación a las nuevas formas de economía.
